ÚLTIMA CENA
Buenas amig@s
Este es el cuento con el que quedé finalista en el concurso de relatos cortos del grupo literario Scripta Nostra.
Espero que os aterre.
ÚLTIMA CENA
Lo
último que recuerdo es un chorro de agua cayendo del grifo de metal a un barril
a modo de lavabo. Después un gran dolor de cabeza y oscuridad. Luego se vuelve
todo confuso en mi mente.
Este es el cuento con el que quedé finalista en el concurso de relatos cortos del grupo literario Scripta Nostra.
Espero que os aterre.
ÚLTIMA CENA
He
despertado escondido bajo la mesa. Me duele el cuerpo de estar encogido como un
niño. Miro a mi alrededor. La sala parece una bodega,con tubos en el techo
abobedado, y ladrillo visto. Entre las penumbras solo puedo ver cuerpos
esparcidos por la habitación. No se mueven. Creo reconocer a mis amigos. Habíamos
venido a cenar antes de comenzar las vacaciones de Navidad. ¿Cómo hemos acabado
así? Intento acercarme a ellos sin hacer ruido al pisar por la fría piedra del
suelo. No sé de qué me oculto, pero mi instinto me indica que estoy en peligro.
Observo
los platos sobre la mesa. Están intactos. No nos dio tiempo a cenar. Todo fue
muy rápido.
Oigo
un ruido fuera del salón. Alguien intenta entrar, pero la puerta está cerrada y
un bulto obstruye la entrada. También parece estar muerto.
Mi
mente sopesa la opción de abrir la puerta, o buscar otra escapatoria por la
habitación. No sé qué es más arriesgado. Tal vez el autor de esta masacre se
encuentre aún dentro de esta misma habitación. Me muevo entre las sombras
poniendo toda mi atención a cualquier ruido o movimiento. Seguramente estará
agazapado, esperándome.
La
lámpara, que incómodamente parpadea, no me permite distinguir si son sombras o hay
algo escondido tras las sillas. Mi corazón palpita a mil revoluciones, y tengo
que concentrarme para evitar el sonido de mis dientes al castañear.
Veo
las piernas de uno de los amigos con los que vine a cenar. Hay sangre a su
alrededor. El resto del cuerpo debe estar en algún otro lugar de la estancia.
Se
me eriza el cabello de la nuca, y debo controlarme para evitar gritar. Me
cuesta controlar mi respiración agitada.
Avanzo
y puedo ver algo parecido a una ventana. Tal vez sea mi salvación si consigo
llegar a ella. Desde mi posición, no sé si dará al exterior o si estará
condenada, pero debo arriesgarme. Gran error no haberme fijado en ella cuando
entré.
Me
deslizo lentamente,arrastrándome por el suelo, tiñendo mis pantalones y mis
manos de rojo. Siento nauseas al sentir el olor a sangre y vísceras.
Consigo
llegar hasta lo que creo una ventana y me levanto lentamente. Mis ojos escudriñan
la sala en busca de movimiento y tiemblo esperando que en algún momento algo
salte sobre mí. El dolor de cabeza va en aumento y la tensión no ayuda a
calmarlo.
Me
vuelvo hacía la ventana y mi aliento se congela al ver el reflejo. Un rostro
cubierto de sangre, con ojos salvajes de pupila amarilla, me observa. Intento
gritar y un terrible rugido sale de mis fauces. Mi lengua se relame, y, nuevamente,
siento deseos de devorar a alguien.
Estrella Vega
21-01-2020
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